viernes, 6 de diciembre de 2013

Coulant de chocolate

Aunque llevo un tiempo un poco ausente, la espera ha merecido la pena... porque la receta de hoy está bueníisima! Es la primera vez que he realizado este dulce, y aunque no tenía mucha confianza en que me saliera bien, el resultado fue perfecto!
 

Esta receta la vi en una entrada del blog de SweetMagazine, que es una web donde publican una revista del mismo nombre mensualmente. Os recomiendo que le echéis un vistazo, porque las revistas están muy bien, con un montón de recetas y secciones especiales, por ejemplo, la de diciembre trata de navidad! Podéis verla aquí!
 
El coulant de chocolate fue creado por un chef francés en el 1981 y se caracteriza por ser un bizcocho de chocolate con el interior fundido. Normalmente, para hacer el coulant, se suele congelar antes de hornear, para así conseguir que el interior quede líquido, pero en esta receta no es necesario, por lo que el proceso se simplifica. Lo que más me gusta de la receta es que es súper sencilla y muy rápida de hacer, y de verdad, que quedan geniales.
 
Vamos con la receta de estos exquisitos coulant de chocolate!
 
 
- Ingredientes (para unos 8 coulant individuales):
115 g de mantequilla
115 g de chocolate negro
2 huevos
2 claras de huevo 
40 g azúcar
35 g harina
 
En primer lugar, derretimos el chocolate junto a la mantequilla en el microondas. Yo lo pongo a la mínima potencia (para evitar que se queme) y unos 2 minutos de tiempo. Pasado este tiempo, removemos con una espátula hasta que se termine de derretir todo, con ayuda del calor que permanece en la mezcla.
 
 
Por otro lado, batimos los huevos con unas varillas y agregamos el azúcar. Tras esto, añadimos el chocolate fundido y una vez integrado, la harina, removiendo hasta que obtengamos una mezcla homogénea.
 
 
Ya sólo queda verter la mezcla en los moldes. Yo usé unos moldes individuales para cupcakes de silicona, aunque también pueden usarse de cerámica o metálicos, tipo flaneras.
 
 
Por último, los metemos en el horno durante 7 minutos a 240 ºC. Es muy importante que cuando metamos los moldes, el horno ya haya alcanzado esa temperatura, y que no los dejemos mucho más tiempo, puesto que se terminarían haciendo por dentro.
 
 
Una vez que lo sacamos del horno, hay que tomarlos inmediatamente, para que el interior siga líquido. Yo lo recomiendo servir con nata, pues el contraste que hace con el dulce caliente es delicioso.
 
 
Como habréis comprobado, la receta es muy fácil y rápida! Espero que os guste el resultado!
 
 
 
 
Posdata: Si no los consumís todos recién hechos, pueden conservarse durante unos cuantos días, sólo que antes de servir, es aconsejable volver a calentar en el microondas durante 1 minuto a mínima potencia, para volver a conseguir el interior cremoso.
 
 





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